Muchos conocimos la danza del vientre gracias a la labor que los centros culturales han realizado actualizando su oferta e incorporando a ella disciplinas como la danza oriental en su agenda de actividades y todo hay que decirlo, era una manera económica de adentrarse en ella sin que te temblara el bolsillo en exceso.
Conocí a Alba Pascual en uno de estos centros, cuando ella era aún más jovencita que ahora, hará unos 7 años. Alba, llamaba la atención porque era de esas personas que irradian belleza por dentro y por fuera. Lo que recuerdo de ella, porque le perdí la pista durante un tiempo es que le encantaba la música árabe, que se le iban los pies solos, que de manera tan natural como su sonrisa, tenía movimientos preciosos y que aprendía rapidísimo.
Estaba claro que le encantaba esto, que todo su cuerpo iba con la música. Para mí ella, era una de esas personas que cuando las ves sabes que es a eso a lo que tienen que dedicar su tiempo y tienes que decírselo porque si no revientas. Aunque por lo que me ha contado más tarde en el fondo, ella ya sabía desde niña que sería bailarina.Pero dedicarse a esto sin tener un trabajo principal que te permita costearte las clases es complicado y no todas pueden permitírselo. Así que puedo deciros que Alba es una luchadora. Y que además de trabajar y encontrar tiempo para la danza, también lo encontró para estudiar otras cosas que le gustaban como la naturopatía y el reiki.
Enseguida voló en busca de otros sitios dónde aprender hasta convertirse en la bailarina que es ahora, mientras que yo me quedé pensando en si cambiaba de aires o no, ella directamente se aventuró a buscar. Actitud, decisión, garra! Y vinieron otros maestros de los que fue aprendiendo y luego otros y finalmente se lanzó a bailar en teterías y restaurantes, dónde la distancia es mucho más corta, sin focos ni aderezos, sólo tú y el público y ahí una bailarina se la juega!
Ahora Alba tiene 28 añitos. Su pasión por la danza y el mundo árabe la llevaron a casarse con un marroquí y aunque ella es de Madrid, viaja a menudo a Marruecos dónde tiene previstas algunas actuaciones con el tiempo en hoteles y bodas.
Alba es hoy una bailarina que destaca por todas aquellas cosas que yo vi en ella, dulzura, naturalidad, fuerza, belleza, expresión, alegría..baila y enseña cuando puede, porque tampoco es fácil y el mercado está lleno de supuestas "profesoras" que se lanzan a enseñar en unas ocasiones y a desenseñar en otras. De Alba, puedo decir que ama y respeta esta danza y que es capaz de transmitir ese sentimiento a sus alumnas y eso es un valor en alza. Ha ido cogiendo un poco de unos y de otros, porque en esto nunca se deja de aprender. Se ha formado con maestros nacionales e internacionales, como Ana Saeeda, Eva Chacón, Cristiane Azem, Mercedes Nieto, Teresa Tomás, Miren Ripa, Claudia Cenci, Shady Sultán, Mahmoud Reda, Farida Fahmy, Lubna Emam, Zaza Hassan o Samah. Ya ha llovido desde 2006, cuando empezó enamorandose de los movimientos ondulatorios de esta danza, de los golpes de cadera de darbukas y violines y yo tuve ocasión de conocerla.
¿Es o no una buena trayectoria? A mí personalmente me encanta su estilo y apuesto por ella y tú ¿Qué opinas? Os dejo a continuación otro enlace perteneciente a la Gala de Alessandra Forte también. Y recuerda, si tienes un sueño lánzate a por él. Hay muchas maneras de alcanzarlo, poco a poco o muy rápido, con recursos o con menos, simultaneándolo con tu actividad diaria o arriesgándolo todo, pero nunca te quedes con las ganas de hacer algo, de lo contrarios te pasarás el resto de tu vida preguntándote y si hubiera hecho.
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